Argentina.- El caso se presentó como un dramático
accidente fatal: Renzo, un menor de 7 años con síndrome de Down, murió al caer
de un séptimo piso de un edificio céntrico de La Plata. Pero dos meses después
del episodio y luego de una intensa pelea de su madre -quien siempre sospechó
de ese relato- un fiscal pidió la detención del padre del menor y de su pareja,
acusados de “homicidio”.
El fiscal Marcelo Romero, luego de analizar los
resultados de una pericia, consideró que en realidad alguien empujó a la
víctima para que cayera al vacío. El pedido del fiscal se fundamentó en los
resultados de la reconstrucción de la muerte del menor, que determinó que la
caída del niño “necesariamente debió tener una velocidad inicial, producto de
un impulso”.
El 10 de octubre pasado el pequeño estaba -como todas
las semanas- al cuidado de su padre en un departamento de 9, entre 55 y 56, y a
media tarde ocurrió el supuesto accidente.
Según contó el hombre, el niño jugaba en su habitación
e intentó recuperar un juguete. “Se asomó por la ventana, perdió el equilibrio
y cayó”, dijo en su declaración policial.
Pero la mamá, Ángela Donato, nunca creyó en esa
versión. Estaban separados desde hacía varios años y según contó, “algunas
veces el nene volvía de las visitas con moretones y golpes”.
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