sábado, 9 de diciembre de 2017

La venganza se te puede revertir



 
Washington.- Un compañero roba una idea y luego la saca frente al jefe. Es una naturaleza humana querer venganza ¿Pero hace sentirte mejor a la larga? Por qué la revancha, a la larga, puede hacerte sentir peor.

Las personas están motivadas para buscar venganza. Lo del ojo por ojo, al estilo del Antiguo Testamento, se piensa que trae una sensación de catarsis y cierre. Un creciente cuerpo de investigación sugiere que puede tener el efecto opuesto. Si bien la mayoría de nosotros no participará en despliegues vengativos que acaparen los titulares o garanticen tiempo en prisión, nuestra vida cotidiana, a menudo, incluye pequeños actos de represalias como chismes sobre un vecino que lo desairó.

Los psicólogos creen que estamos preparados para la venganza. Sin leyes ni prisiones, nuestros antepasados más antiguos confiaron en el temor a las represalias para ayudar a mantener la paz y corregir las injusticias. “Los actos de venganza no sólo buscan disuadir un segundo acto dañino de un delincuente, sino que también actúan como una póliza de seguro contra el daño futuro de los demás, una señal de advertencia de que tú eres alguien que no tolerarás el maltrato”, comenta un profesor de psicología en la Universidad de Miami.

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