Llevan comunicación y
auxilio médico a donde no llega el gobierno
Oaxaca, Oaxaca.- El
mensaje de alerta llegó justo cuando el equipo de voluntarios de emergencias de
la asociación Cinco panes y dos
peces estaban terminando de dar una capacitación sobre protección
civil a los policías del municipio de San José Tenango, en la sierra mazateca
de la región Cañada, en Oaxaca. Un automóvil compacto se había ido a un
voladero. Había dos personas heridas.
El equipo de voluntarios
de la asociación salió a prestar el auxilio. Por otro camino se fueron los
policías, pensando en llegar más rápido. Pero a mitad de la ladera empinada,
tapizada de piedra y lodo, los rescatistas civiles se toparon con un vehículo
que descendía trayendo a los dos accidentados.
Raúl Soto, delegado de
Protección Civil de la asociación en Oaxaca; Jacqueline Aguilar, su mano
derecha y técnica en urgencias médicas; y tres de sus estudiantes en la misma
área revisaron a los heridos: un hombre que tenía varias costillas fracturadas
y una mujer con una fractura en el hueso del fémur.
El herido venía sentado
en el asiento del copiloto del primer auto que llegó en su auxilio. En esa
posición probablemente no hubiera llegado con vida a un hospital. Al traer
varias costillas rotas y venir sentado, con el vehículo bajando por las
laderas, donde se rebota a razón de una vez por minuto, lo más probable es que
hubiera sufrido una perforación de pulmón. Los rescatistas lo trasladaron a su
camioneta.
Lo acostaron en la batea, lo empaquetaron y emprendieron el camino
de una hora al hospital más cercano. El señor se salvó.
Si este equipo de
rescate, sus radios de comunicación y su camioneta azul marino que peina todos
los días la sierra mazateca no hubieran estado, la historia habría acabado en
tragedia como las muchas que suceden en esta zona, a donde no ha llegado ni la
telefonía fija, ni la celular, ni el asfalto, ni las ambulancias bien
equipadas, ni los planes de protección civil ni casi nada.
Sólo hay dos municipios
(de 19) con señal de teléfono celular en la sierra mazateca de la región Cañada
de Oaxaca: Huautla de Jiménez y San Mateo Yoloxochitlan. Internet hay en la
mayor parte de la región, aunque los pobladores deben comprar fichas por tiempo
para poder usar la red WiFi, con una conexión muy inestable.
“Como somos una región de
alta marginación, y estamos pegados a la sierra, ni al gobierno ni a las
empresas les interesa traer infraestructura o comunicación. Han llegado, por
ejemplo, empresas como Unefon a ofrecer teléfonos celulares, pero muy caros, de
12 o 15 mil pesos, porque son satelitales, y aquí la población no puede costear
eso”, explica Arturo Carrera, presidente municipal de San Juan Coatzospam.
Casetas telefónicas hay,
dice Raúl Soto, pero también son satelitales y cobran muy caro por las llamadas.
Además, la mayoría no sirve. “Hace dos años Telmex tenía mucho teléfonos
descompuestos por acá, así que mandaron personal en helicóptero para
arreglarlos por lo mal que están los caminos, pero el aparato tuvo un accidente
y los ocupantes murieron. Desde entonces los teléfonos están abandonados”.
Las principales empresas
de telefonía que operan en México no llegan a esta zona porque no les es
rentable. Lo que ha llegado son los radios de comunicación de la asociación
Cinco panes y dos peces, galardonada por su labor con el premio de la fundación
Vidanta, que reconoce y apoya los trabajos sobresalientes y originales desarrollados
en América Latina y el Caribe para reducir pobreza, desigualdad y combatir la
discriminación.
Por Animal Político

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