Poza Rica, Ver.- Poza Rica se convirtió en casa y en escuela de una inmensa
variedad de sabores, olores, sonidos y maniobras.
De
la vía pasó a un pozo y a una comunidad que dio origen al sustento de los ancestros
que buscaron la vida con sólo sus manos como herramientas y sus sueños como
herencia de lucha, dijo el antropólogo Román Güemes Jiménez, durante el acto
inaugural del paseo Raíces de Vida, en la parte baja del distribuidor vial.
En cinco microplazas a lo largo de 150 metros, se plasman los orígenes de Poza Rica, desde las plataneras, las comunidades totonaca-huasteca, fue construida una pirámide de los nichos, un palo volador, bancas piramidales para armonizar el conjunto de este sitio.
Dos murales en relieve en cemento directo elaborados por Mauro Pérez y Arturo Tempa, y pintura mural al fresco, los mensajes son simbología del origen de los petroleros, de mesoamericanos, de la cultura azteca, el arraigo del ser humano a la tierra y cómo utilizan los recursos de la tierra.
Para que las personas se tomen una foto del recuerdo fue construido un par de alas, una plataforma con su trabajador conocido como “chango” y una fuente, todo iluminado para ser un gran centro recreativo familiar y para atraer a los visitantes.
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