Daca, Bangladés.- Tras su
silencio reciente frente a lo que la ONU llama un caso evidente de limpieza
étnica, el papa Francisco exigió el jueves que la comunidad internacional tome “medidas decisivas” para resolver
las causas del éxodo masivo de musulmanes rohinyá a Bangladés desde Birmania.
El papa llegó a Bangladés para la
segunda escala de su gira de seis días por Asia, con la crisis de los
musulmanes rohinyá en pleno apogeo. Francisco sostuvo
que era “imperioso” que los gobiernos del mundo ayuden al gobierno bangladesí a
ocuparse de los refugiados.
En un discurso ante el presidente Abdul Hamid,
funcionarios y embajadores del mundo, el pontífice elogió los sacrificios de Bangladés
al recibir a tanta gente. No identificó a los rohinyá por su nombre, origen
étnico o religión sino como “refugiados del estado de Rakáin”. Pero sus
palabras fueron enérgicas: “Nadie puede desconocer la gravedad de la
situación”.
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