miércoles, 22 de noviembre de 2017

Gente que robó en El Buen Fin debe pagar






Al menos en Soriana Chihuahua una mujer “cobarde” causó el desorden y los demás no quisieron soltar sus pantallas

Luego se robaban pollos, pan, jamón, sodas, Sabritas, cobijas, narran los impotentes empelados

Se burlaban y gritaban “el pueblo unido jamás será vencido”, ¿unido para qué? , se cuestionan

México.- Después de que varias sucursales departamentales reportaron pérdidas por colocar mal los letreros de las ofertas de El Buen Fin, con lo cual cientos de compradores se llevaron artículos diversos a precios de ganga -en franco abuso de los consumidores hacia los proveedores- los empleados de Soriana Chihuahua hicieron circular una carta en las redes sociales:

“Nos gustaría que la comunidad se entere de toda la frustración que pasamos ese día los empleados de ‘Soriana’, que se enteren de la verdad sobre ese horrible día y no se trata de defender a la empresa, sino más bien a los colaboradores, porque nadie se imagina lo que se tiene que trabajar semanas antes para lograr hacer un ‘Buen Fin’, las horas extras que hay que poner para lograrlo, que ahí dejamos a nuestras familias sin atender por tener la camiseta bien puesta y lograr el objetivo.




Por otro lado, ese día fue impactante, una sola persona fue quien causó todo ese revuelo, ella le habló a todos sus conocidos para que vinieran a tomar literalmente las cosas que por error estaban marcadas en un aéreo, pero que en la parte de abajo de la isla estaba el precio bien, en la entrada de la tienda también así como en cada artículo, pero a esa mujer no le importó el daño que nos causaba, la impotencia que sentíamos, porque sólo veíamos que todo nuestro esfuerzo se venía abajo, cómo la gente inconsciente no pensaba en nosotros, sólo tomaban artículos al por mayor como si se regalaran y no sólo eso, después de que Profeco llegó a checar el supuesto “error”, se les avisaba que la tienda estaba clausurada, que dejarán los artículos porque no habría venta y que después de eso la mujer que ocasionó todo se fuera de la tienda como una cobarde, dejando todo un desorden por la gente que no quisieron soltar sus pantallas y que transcurriendo las horas la espera era interminable, no se daban por vencidos, comenzaron a robarse los pollos de la cocina, pan Bimbo, jamón, sodas, Sabritas etc.”

“Todo lo que estaba a su alrededor para comérselo sin pagar, esa impotencia que sentíamos de no poder hacer ni decirles nada, porque al final de cuenta ellos son los supuestos clientes y ya entrada la noche empezaron a agarrar cobijas, a bajar colchones, a golpear a mis compañeros cuando intentaron impedirlo y no sólo eso, en la madrugada se juntaron todos a hacerle bola al abogado de la empresa para exigir que se les regalara las pantallas, que a ellos no les importaba morirse aquí, con tal de irse con el objeto, y el maltrato, la humillación que cada instante recibíamos de parte de esa gente vulgar, mientras nosotros nos reuníamos a rezar para que la pesadilla se acabará”…





“¿Pueden creerlo? Unido ¿para qué? ¿para el vandalismo? “Y cuando veíamos que la pesadilla se había acabado por ese día se venía otra, pues sólo de ver cómo nuestro esfuerzo no había sido suficiente, al día siguiente a limpiar el recuento de los daños, llegábamos a la tienda con miedo, con tristeza, sin haber podido dormir la noche anterior por el trauma psicológico que nos causaron, de todo esto quiero que se entere la gente, porque sólo han pasado atacando a la empresa, pero esa gente tiene que pagar por lo que hizo no se vale que salgan triunfantes después de todo lo que nos causaron”.

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