Xalapa,
Ver.- Durante su participación en “Sábados en la Ciencia”, Ángel Trigos Landa,
director general de Investigaciones de la Universidad Veracruzana (UV), habló
sobre la necesidad de transformar los hábitos alimenticios para evitar que se
desencadenen enfermedades asociadas al sobrepeso y obesidad.
“Tamales,
antioxidantes y algo más”, fue el tema de la charla que ofreció como parte del
último periodo de conferencias de 2017 de “Sábados en la Ciencia”, programa
dependiente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y de la Dirección General
de Investigaciones de esta casa de estudio.
Ante
un nutrido público conformado por niños, jóvenes y adultos reunido en el
Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa (MAX),
Trigos Landa advirtió que derivado de malos hábitos alimenticios, la mayoría de
la población hoy es adicta al azúcar.
Pero
ése no es el único problema, pues a pesar de tener en nuestras manos la
decisión de consumir alimentos sanos y nutritivos, recurrimos a productos ricos
en grasas saturadas y azúcares, lo cual a la larga ocasiona infartos, embolia,
artritis, inflamación y obesidad.
En
este sentido, destacó que los malos hábitos alimenticios se vuelven normales si
se repiten muchas veces, por ello se debe tener cierto equilibrio de lo que
consumimos.
Al
principio de la plática, el investigador subrayó “Los buenos alimentos nos
ayudan a mantener la salud, pero no tenemos que pensar que una planta medicinal
o un té serán cura de alguna enfermedad, sino más bien son coadyuvantes para
mantener la salud”.
Comentó
que México es considerado el cuarto país más megadiverso del mundo, pues cuenta
con la gran mayoría de los ecosistemas que existen, además de que la tierra nos
ofrece una gran variedad de frutas y verduras; sin embargo, nuestra cultura
también se encuentra inmersa en hábitos llenos de azúcares, almidón, pan y
grasas saturadas.
Por
ejemplo, la dieta cotidiana de un mexicano está integrada por sopa de pasta,
arroz con verdura, frijoles, postre, café con panela, agua de sabor y
tortillas. “No obstante, la pasta, el arroz y los frijoles contienen mucho
almidón, mientras que el postre y las aguas frescas contienen azúcar”.
Al
respecto, manifestó que nuestra dieta no es la que nos ha hecho famosos ni la
que ha aportado alimentos nutritivos, ya que la hemos transformado y no
representa la situación privilegiada nutricional que deberíamos consumir todos
los días.
Por
el contrario, adquirimos productos y alimentos ricos en grasas, sal y azúcar,
como el pan, sopas instantáneas, pizza, hamburguesas, coffe mate, helados,
donas, caramelos, tamales, tortas de tamal y hasta tamales fritos, generadores
de grasa mala que obstruye las arterias.
Otro
ejemplo es el yogurt light que supuestamente no tiene grasa, pero para que sea
consistente incluye almidón, el cual está formado por cadenas de glucosa: el
azúcar común, contiene glucosa y fructuosa; la glucosa, está compuesta por
ácidos grasos y colesterol.
Lo
recomendable es aumentar la ingesta de pescado, salmón, atún, semillas, aceite
de oliva, de canola, jitomate, cebolla, compartió.
Como
opción, recomendó a la población instalar huertos de traspatio y tratar de
retomar las tradiciones anteriores de que cada ciudad cuente con una producción
propia de alimentos.
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