"Por
encima de los que corren, están los que vuelan”, decía un narcomensaje donde
amenazaban a dos de sus compañeras en días pasados
Pánuco,
Ver.- 30 días antes de presentar su renuncia a la Fiscalía General del Estado,
la fiscal Yendy Guadalupe Torres Castellanos fue acribillada en el interior de
su camioneta, justo mientras llegaba a la sede de la Unidad Integral de
Procuración de Justicia de Pánuco.
La
ejecución de la fiscal se le atribuyó a la delincuencia organizada, que justo
un mes antes había lanzado un narcomensaje de advertencia que finalizaba con la
leyenda: “Por encima de los que corren, están los que vuelan”, y que fue
colocado a un costado del cuerpo de un hombre ejecutado y embolsado en el
municipio de Pánuco el pasado 28 de octubre. Desde ese día, todos los
servidores públicos vivían con miedo pues en el mismo mensaje se dejaba claro
que los criminales los mantenían vigilados.
¿QUIÉN ERA
YENDY GUADALUPE TORRES?
Aparentemente
no existía una situación de riesgo que atentara con la vida de Yendy, pero
estaba cansada del exceso de trabajo por lo que tenía pensado renunciar a la
institución antes de que culminara el 2017.
Muy
evidente era la inseguridad y el riesgo, sobre todo desde el día que
aparecieron los mensajes donde dos de sus compañeras eran intimidadas. Una de
ellas era Gabriela Juárez, quien para ese momento se desempeñaba como fiscal
especializada en delitos contra la familia, las mujeres, los niños y las niñas
y de trata de personas, y a quien por cierto, se le advertía de “andarse con
cuidado” o lo lamentaría.
Días
después de la amenaza, la fiscal (Gabriela) decidió renunciar al cargo y se
alejó de Pánuco, aunque fuentes cercanas a la FGE revelaron que en realidad fue
cesada por la dirección general derivado de una denuncia interpuesta por
Derechos Humanos y que tenía que ver con un caso de pederastia.
El otro
nombre que figuraba era el de Itzel Narai Saucedo Arreola, quien ocupa un
puesto similar en el distrito de Tantoyuca; dicha fiscal sigue en funciones. No
obstante, a pesar de esos hechos, Torres Castellanos laboraba de manera normal
pues no tenía (en apariencia) problemas derivados de casos que ella
investigaba.
Investigaciones
hechas por este medio permitieron conocer que pese a que Yendy no se sentía
acosada directamente por cuestiones laborales, si lo estaba por el trabajo de
su esposo, quien a la fecha se desempeña como contador de una empresa cañera en
Pánuco, y debido al alto índice delictivo temía por la integridad de ambos.
De igual
forma, en las redes sociales el crimen fue catalogado como un asesinato
anunciado, derivado de una publicación hecha justamente un día antes donde a la
también ex oficial secretaria se le vinculaba de proteger las acciones a su
primo-hermano Yahir Arévalo Castellanos, aunque ninguna versión fue robustecida
por la policía investigadora.
NO FUE
CONFUSIÓN, IBAN SOBRE ELLA
Luego de
escuchar los disparos muy cerca del ministerio público de Pánuco, los
trabajadores abandonaron sus oficinas para ver qué ocurría: “¡Es Yendy!, ¡es
Yendy!, ¡mataron a Yendy!, expresó alterado uno de sus compañeros al mismo
tiempo que se acercaba para ayudar a la desafortunada mujer. Sin perder tiempo
varias personas se acercaron e intentaron ayudarla pero era evidente que la
fiscal estaba sin vida tras recibir múltiples disparos.
Algunos
compañeros de la fiscal revelaron que definitivamente no se trató de una
confusión o que realmente la intención fuera ultimar a otra fiscal, pues ella y
las otras dos son de características físicas distintas por lo que dijeron
desconocer los verdaderos motivos por los cuales la privaron de la vida.
Algo que
consideraron peor quienes también trabajan en la procuración de justicia, es
que por la misma inseguridad de la zona ni siquiera puedan acudir al funeral de
quien fuera su compañera.
Por
Clemente Hernández Reyes
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