lunes, 27 de noviembre de 2017

¿Por qué mataron a la fiscal?

"Por encima de los que corren, están los que vuelan”, decía un narcomensaje donde amenazaban a dos de sus compañeras en días pasados
 
Pánuco, Ver.- 30 días antes de presentar su renuncia a la Fiscalía General del Estado, la fiscal Yendy Guadalupe Torres Castellanos fue acribillada en el interior de su camioneta, justo mientras llegaba a la sede de la Unidad Integral de Procuración de Justicia de Pánuco.

La ejecución de la fiscal se le atribuyó a la delincuencia organizada, que justo un mes antes había lanzado un narcomensaje de advertencia que finalizaba con la leyenda: “Por encima de los que corren, están los que vuelan”, y que fue colocado a un costado del cuerpo de un hombre ejecutado y embolsado en el municipio de Pánuco el pasado 28 de octubre. Desde ese día, todos los servidores públicos vivían con miedo pues en el mismo mensaje se dejaba claro que los criminales los mantenían vigilados.

¿QUIÉN ERA YENDY GUADALUPE TORRES?

Aparentemente no existía una situación de riesgo que atentara con la vida de Yendy, pero estaba cansada del exceso de trabajo por lo que tenía pensado renunciar a la institución antes de que culminara el 2017.

Muy evidente era la inseguridad y el riesgo, sobre todo desde el día que aparecieron los mensajes donde dos de sus compañeras eran intimidadas. Una de ellas era Gabriela Juárez, quien para ese momento se desempeñaba como fiscal especializada en delitos contra la familia, las mujeres, los niños y las niñas y de trata de personas, y a quien por cierto, se le advertía de “andarse con cuidado” o lo lamentaría.

Días después de la amenaza, la fiscal (Gabriela) decidió renunciar al cargo y se alejó de Pánuco, aunque fuentes cercanas a la FGE revelaron que en realidad fue cesada por la dirección general derivado de una denuncia interpuesta por Derechos Humanos y que tenía que ver con un caso de pederastia.

El otro nombre que figuraba era el de Itzel Narai Saucedo Arreola, quien ocupa un puesto similar en el distrito de Tantoyuca; dicha fiscal sigue en funciones. No obstante, a pesar de esos hechos, Torres Castellanos laboraba de manera normal pues no tenía (en apariencia) problemas derivados de casos que ella investigaba.

Investigaciones hechas por este medio permitieron conocer que pese a que Yendy no se sentía acosada directamente por cuestiones laborales, si lo estaba por el trabajo de su esposo, quien a la fecha se desempeña como contador de una empresa cañera en Pánuco, y debido al alto índice delictivo temía por la integridad de ambos.

De igual forma, en las redes sociales el crimen fue catalogado como un asesinato anunciado, derivado de una publicación hecha justamente un día antes donde a la también ex oficial secretaria se le vinculaba de proteger las acciones a su primo-hermano Yahir Arévalo Castellanos, aunque ninguna versión fue robustecida por la policía investigadora.  


NO FUE CONFUSIÓN, IBAN SOBRE ELLA 

Luego de escuchar los disparos muy cerca del ministerio público de Pánuco, los trabajadores abandonaron sus oficinas para ver qué ocurría: “¡Es Yendy!, ¡es Yendy!, ¡mataron a Yendy!, expresó alterado uno de sus compañeros al mismo tiempo que se acercaba para ayudar a la desafortunada mujer. Sin perder tiempo varias personas se acercaron e intentaron ayudarla pero era evidente que la fiscal estaba sin vida tras recibir múltiples disparos.

Algunos compañeros de la fiscal revelaron que definitivamente no se trató de una confusión o que realmente la intención fuera ultimar a otra fiscal, pues ella y las otras dos son de características físicas distintas por lo que dijeron desconocer los verdaderos motivos por los cuales la privaron de la vida.

Algo que consideraron peor quienes también trabajan en la procuración de justicia, es que por la misma inseguridad de la zona ni siquiera puedan acudir al funeral de quien fuera su compañera.



Por Clemente Hernández Reyes

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