martes, 28 de noviembre de 2017

Tragedia del Chapecoense le pega a las familias



Sao Paulo, Brasil.- A Fabienne Belle todavía se le encoje el estómago al recordar el día en que el correo le trajo por sorpresa la maleta de su esposo, fallecido en la tragedia del Chapecoense. Mientras el mundo abrazaba la reconstrucción de este club humilde, a ella le llegaban las ruinas.

La tragedia no fue del Chapecoense, fue de las familias” y reclama mayor implicación de los medios que tenían a empleados en el avión.

Estaba sola ante el vacío, como en la madrugada del 29 de noviembre de 2016, cuando sucedió el desplome del avión que sin combustible se estrelló en las montañas de Medellín donde murieron 71 de las 77 personas a bordo y centenares más quedaron destrozadas.

La vida de esta exprofesora de 47 años y mirada dulce se congeló hace un año, cuando su esposo, Cezinha, fisiólogo del club del sur de Brasil, se subió en el avión que le iba a llevar junto a un grupo eufórico a la final de la Copa Sudamericana en Colombia.

La mayoría, familias muy jóvenes que perdían al centro de su economía en el inestable mundo del fútbol modesto, donde en una misma temporada puede haber varias mudanzas y muchos viven al día.

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