A decir del pescador Tomás Filidor Valencia, de la cooperativa Puente de Tampamachoco, que tiene 42 años de conocer esta zona arrecifal, la vida en estos ecosistemas se ha ido extinguiendo, principalmente por culpa del hombre.
Recordó que hace más de cuatro décadas, mucho antes que académicos, en este caso la Universidad Veracruzana (UV) realizará sus estudios, él ya realizaba labores de buceo en esta zona, donde había gran cantidad de pulpos, pargos, negrillos, barracudas y pez loro, entre otra gran diversidad de especies.
Expuso que esta zona está comprendida por el arrecife Tuxpan, de Enmedio, Tanhuijo, Charolesa, Bajo Negro, Lobos, Blanquilla, Cabo Rojo y Machetes, con una extensión de 40 millas, aproximadamente.
En el caso de los ubicados frente a las costas tuxpeñas, lamentó que desde la llegada de industrias como la planta Termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la vida en estos ecosistemas comenzara a decrecer.
Y peor aún, con los encallamientos de las citadas embarcaciones, la zona de arrecifes sin duda ha registrado una gran pérdida. “Aquí no se trata, como en tierra, de venir a sembrar una plantita y ya, porque aquí hablamos que hay mareas, en verdad se tiene que hacer un trabajo integral, de mucho esfuerzo, para poder devolverle la vida a las zonas afectadas”.
Por
Laura González
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